Esta situación se da habitualmente en el mundo de la informática. ¿Quien, como programador o diseñador, no ha tenido un jefe de proyecto que ha intentado colarnos la creación de un mega sistema como si fuera un simple “hello world”? Que levante la mano quien este libre de pecado culpa.
Es una realidad que también se da en una reunión de requerimientos con un cliente, en la que haciendose los tontos (me niego a creer que piensen realmente que lo que piden no es exagerado) intentan conseguir duros a cuatro pesetas.
Lo realmente malo es que cuando intentas hacerles ver que lo que piden es imposible, en la franja de tiempo que lo quieren hecho, es como si les dijeras una obscenidad o palabra malsonante. Se lo toman a mal.
Lo peor es cuando, al final de toda una reunión/proceso de tortura mental, consiguen que les digas que vale (aunque apostillando que no lo vas ha poder realizar), para el jefe es como si ya debieras tener la aplicación al 95%.
Incluso se ha dado el caso que han intentado meter mas características de las ya deseadas.
En fin, para ilustrar este “canto a la libertad”, os adjunto la tira cómica que resume lo dicho. Mas de uno se sentirá identificado. Ya me diréis con quién.
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